viernes, 29 de enero de 2016

El examen... con nota

Primero una previa. Si seguís este enlace, os llevará a una pagina del Deia que habla del espectáculo. Echadle un vistazo. (Eskerrik asko, Kevin).
Y después del aperitivo, viene lo que tiene jugo, que hoy es día de examen. Para Lourdes, Iban, Bego y Aroa, hoy es el examen final.
Poca gente en el Kultur Etxea de Berriz pero tampoco se esperaba mas. Familiares y amigos, algo pequeño, casi intimo. Detrás del telón, cuatro amigos con los nervios a flor de piel, mariposas en el estomago, garganta seca... Bueno, quien ha estado a punto de salir a un escenario a presentar algo ante el publico, sabe de lo que hablo. Y en el patio de butacas, algunos veteranos de Txintxaun, casi con los mismos nervios.
A las 7 y cinco (siempre hay que dar un margen a la gente) la música se calla y se hace la oscuridad. Desde la negrura y el silencio surge una voz cantando suavemente una nana... y ya estamos todos enganchados.
Enganchados a Yerma y su locura por los hijos, a su marido Juan y sus celos infundados, a Martirio, una de las hijas de Bernarda Alba, y su dureza de pedernal y a Adela, su hermana, y su locura de amor; enganchados a "ese muro donde tengo que estrellar mi cabeza", "me engañas, me envuelves y, como soy un hombre que trabaja la tierra, no tengo ideas para tus astucias", "mi cuerpo será de quien yo quiera" y "se acabó Pepe el romano".
Cuando acaba y vuelve la oscuridad y la música de final, te dices a ti mismo "No puede ser", y tras comprobar el reloj, ves con asombro que has estado 50 minutos completamente cogido con las intrigas, pasiones, sangre y muerte de los personajes de Federico Garcia Lorca.
Y, tras aplaudir como un loco y respirar profundamente un par de veces para recuperar la compostura, te das cuenta que tienes que abrazar muy fuerte y felicitar a cuatro amigos que, en ese momento, están bajando del escenario y decirles que este examen lo han pasado con nota. Y muy alta.